En mano de quiénes dejamos a nuestros hijos

Estos días estamos viendo por televisión las imágenes espeluznantes en el interior de una guardería, donde hacían que los niños comieran sus propios vómitos, entre otras bestialidades.

Es una pena que una manzana podrida cotamine al resto del barril. Sólo quiero dejar patente que a pesar de estos delincuentes existen muchos centros donde los niños son cuidados de forma exquisita.

Para finalizar me gustaría apuntar que los participantes de esta atrocidad no deben quedar in demnnes, ni ellos ni los que lo consintieron. No hay nada más bajo que atentar contra los indefensos.

"Mi lucha"

Hoy no he tenido tiempo de hacer una entrada normal y corriente porque me he estado dedicando a cambiar el aspecto de la cabecera. Depués de bastante rato delante del ordenador, gracias a mi casi nulo conocimiento de html y la ayuda de mi novio principiante en el mismo lenguaje, ¡lo he conseguido! Por fin una bolacha "como Dios manda". Y es que es muy gracioso el origen del nombre de este blog: un día estábamos en el Carrefour y cogimos una caja de galletas de marca blanca que imitaban al surtido Cuétara (por cierto, por la mitad de precio y la mar de ricas) y Ricardo leyó en el lateral "bolachas". Descubrimos que significaba galletas en portugués y desde entonces, como nos pareció bastante simpático, el hombrecillo me llama así: su bolachita.

¡Qué bonito! La confraternización entre nuestro más querido y veraz ídolo de masas y el todopoderoso George Bush toca sus más altas cumbres. Mientras tanto, el locuaz Jose María Aznar defiende su su tan fiel a la realidad tesis por los platós de la primera potencia. Qué bien habla el texano, digo, el inglés, que convencimiento, que capacidad de omnubilación. Te queremos Ansar.

Joya inmobiliaria

Lujo y confort en 40 m². Todo ello por tan sólo 700 euros al mes, y en pleno Madrid. ¿Qué más podemos pedir? Como podéis observar los muebles y el decorado no envidian a las casas de portada de las revistas. Así está el mercado inmobiliario. no entiendo por qué nos quejamos.