¡Qué bonito! La confraternización entre nuestro más querido y veraz ídolo de masas y el todopoderoso George Bush toca sus más altas cumbres. Mientras tanto, el locuaz Jose María Aznar defiende su su tan fiel a la realidad tesis por los platós de la primera potencia. Qué bien habla el texano, digo, el inglés, que convencimiento, que capacidad de omnubilación. Te queremos Ansar.
martes, 27 de febrero de 2007
lunes, 26 de febrero de 2007
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